viernes, 9 de marzo de 2012

Caperucita Roja


Había una vez una una niña llamada Caperucita roja. Un día le dijo su mamá: “Caperucita, lleva esta cesta de mimbre con pasteles, a la abuelita que se encuentra enferma, y no te distraigas por el camino porque el bosque es peligroso y anda suelto un lobo“.
Caperucita respondió: “¡Sí, mamá!”
Caperucita se dirigía saltando y sonriendo muy feliz a casa de su abuelita, pero de repente, apareció un lobo:
- ¿Adónde vas, Caperucita?
- Voy a casa de mi abuelita a llevarle estos pasteles
El lobo consiguió mentir a Caperucita para que tomara el camino más largo, y mientras tanto, el lobo cogió el camino corto, para así adelantarse y comerse a su abuela y a Caperucita a su llegada.
Entonces cuando llegó Caperucita el lobo tenía puesto el pijama de su abuela y le dijo:
Lobo: Hola, Caperucita me traes algo para comer, muchas gracias
Caperucita: Sí, pero te veo cambiada.
Caperucita: Abuelita, Abuelita, qué ojos más grandes tienes.
Lobo: Para verte mejor.
Caperucita: Abuelita, Abuelita qué orejas más grandes tienes.
Lobo: Para oírte mejor.
Caperucita: Abuelita, Abuelita qué boca más grande tienes.
Lobo: Para comerte mejor !!!
Entonces, cuando el lobo se encontraba durmiendo al lado del río, después de habérselas comido a las dos, el leñador del bosque que había perseguido al lobo, salvó a Caperucita Roja y a su abuelita, sacándolas de la tripa del lobo. Y al lobo, lo llenó de piedras y lo lanzó al río.

1 comentario:

Unknown dijo...

Marc, muy bien contada la historia tradicional.