viernes, 9 de marzo de 2012

La amistad de Caperucita y el lobo


LA CAPERUCITA ROJA
Había una vez una niña que se llamaba Caperucita Roja. Aquella niña era una persona muy amistosa y simpática, tenía el pelo rubio y era bajita.
Un día su madre le dijo que fuera a llevarle a su nueva vecina una cesta de chuches.
Pero el jardín de la vecina era como un bosque: tenía árboles, arbustos, pájaros…
La niña cruzó la calle, justo estaba delante de la puerta, cuando se abrió. Ella se asustó y dio un paso para atrás.
Entonces entró y la puerta se cerró de repente.
Cuando ya estaba adentro vio algo que se movía. Ella fue a ver qué era y vio una especie de perro pero con el morro más alargado, ese perro era de color marrón con el pelaje muy sucio como si hubiera estado mucho tiempo sin bañarse.
La niña pensando que era un perro fue a tocarlo y aquel perro se apartó. Entonces la niña pensó:
-No será un lobo?
El perro de repente hablo y le dijo:
-Hola, ¿quién eres?
-Soy Caperucita Roja – le dijo asustada.
Entonces el lobo le contó toda su vida. Que se había quedado encerrado en aquel jardín y no podía salir, que estaba muerto de hambre…
Entonces la niña le dijo:
-Oye, pero ¿cómo te llamas?
-Me llamo Lobo- respondió.
Entonces Caperucita se acordó de que tenía una cesta con comida y le ofreció la mitad al Lobo.
En ese momento se hicieron amigos, el Lobo le dijo que tenían que buscar una manera de salir de allí. Ella le dijo que por el mismo lado que habían entrado. Los dos fueros a la puerta para abrirla pero no pudieron. Ella vio que tenia como cuadraditos y empezó a escalar. Al final salió con el Lobo, y el Lobo se ofreció a ser su mascota.
Ella le dijo que sí.
FINN!

1 comentario:

Unknown dijo...

Jimena, una buena versión. Bien hecha.